Podría empezar esta entrevista desde distintos escenarios, porque a
pesar de sus 34 años de edad, Liliana Ávila ha recorrido múltiples destinos de
fábula, especialmente aquellos a los que solo se necesita el pasaporte de la
imaginación para poder llegar. La Margarita de los ochenta sería el más
apropiado para comenzar, donde una pequeña Liliana escuchaba con atención las historias
de sus abuelos Papá Fucho y Papá Juan, grandes perleros de la isla y los
primeros en dar luces a su nieta sobre el camino que elegiría años después.
“En
aquella época el arte en Venezuela era visto como un hobbie y mi familia era
muy ortodoxa. Mi papá quería que mi hermana y yo fuéramos científicas como él,
pero mi abuelo era el único que me entendía y decía que yo iba a ser diseñadora
de joyas y que iba a usar sus perlas para hacerlas”
Se puede decir que su abuelo acertó
casi en su totalidad en su visión, porque no hay duda de que las carteras de
Liliana Ávila son unas joyas y el espíritu de Margarita se refleja en cada una
de ellas. “El uso de las rafias se ha convertido en sello de mi marca, hablan
de la isla de alguna manera, por eso es que a veces cuando quiero probar con
otro material siento que la estoy traicionando”.
Intensa, curiosa, divertida y
apasionada, son cualidades propias de la personalidad de Liliana y que también
se reflejan en todas sus creaciones, pero “atrevida” es el adjetivo que mejor
la describió en 2005, año en que renunció a los estigmas sociales que la
apresaban, para darle nacimiento a su verdadera vocación.
¿Por qué las carteras?
“Eran como mi artículo de moda
favorito; siento que más que un accesorio, la cartera es como tu mejor amiga, porque
va a todas partes contigo y hasta se hace parte de tu cuerpo. De la moda -más
bien prefiero llamarla arte- me gusta todo, pero la talabartería y la
marroquinería me dieron un espacio para crear con más libertad. Además, conocí
a las personas indicadas, mi maestro talabartero se ha convertido en uno de mis
mejores amigos; mi encuentro con él fue como reencontrarme con mi abuelo que ya
no estaba. Estoy sacando el mayor provecho de este team que hemos creado mis talabarteros y yo, somos como una
familia, ellos han entendido mi Realismo Mágico Chic”.
Muchos de los que conocen a Liliana, sobretodo sus
familiares, piensan que le falta un tornillo, pero los pocos que realmente entienden
su arte y ese realismo mágico que tanto profesa, valoran sus piezas más allá de
unas carteras bonitas y bien hechas. Aunque suene contradictorio, la
cotidianidad es la fuente que alimenta el “Realismo Mágico Chic” de Liliana
Ávila.
“Cualquier día, cualquier hora, una palabra, un color que vi en la
calle, incluso tú y yo aquí hablando, puede dar pie a una tormenta de ideas. La
colección Alegría surgió de un viaje que realicé a Florencia donde me
reencontré con el Renacimiento, mi época artística favorita y que me conecta
con todo. Pero también hubo una colección en la que simplemente me inspiré en
una rapala de pesca que vi en Los Roques hace cinco años, porque puedo
encontrar una belleza absoluta en algo tan común como eso”.
Los sobres franceses Par Avion
inspiraron a Liliana para concebir su penúltima colección “Love, Lily”, en la
que destaca un clutch con la forma
literal del famoso sobre y que se ha convertido en una de las piezas más
icónicas de la marca. No obstante, su nueva propuesta “Habana 5” es, quizá, la
que mejor logra expresar el realismo mágico que envuelve el mundo de la
extrovertida diseñadora. “La Habana siempre me ha llamado mucho la atención;
aunque aún no la conozco, he visto varios documentales e imágenes de la ciudad.
Las fotografías de Jeffrey Milstein me han conectado con su ambiente y, a
través de su libro Cuba, me he imaginado mis propios escenarios de la Habana”.
Tal cual como niña que no tiene
miedo a soñar, Liliana se atrevió a “descongelar” la Habana de los 50 y mostrar
su visión de cómo luciría en la actualidad a través de sus nuevas carteras. El
número 5, que según la numerología significa libertad y aventura, se refleja en
el sobre “In Crescendo”, por ejemplo, decorado con cinco cintas de cuero para
sujetar el complemento.
“A través de Havana 5 quiero resaltar las similitudes
positivas de la capital cubana con Venezuela, porque siento que ambas están
pasando por dificultades parecidas y hay avidez de elegancia y sofisticación.
No me importa si algunos politicen la colección por llamarse así, mi misión es
mandar buenas energías a ambos países a través de mi arte, porque me parece que
el arte nos va a salvar”.
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