Las damas de honor nos vestimos de Efraín Mogollón
Yo también lloré ayer en la tarde, cuando despedí a los dos últimos extranjeros que vinieron a la boda, porque, como lo expresé en twitter, me siento inmensamente feliz por mi hermana, pero a la vez siento un gran y triste vacío, porque los momentos más especiales de la vida -especialmente los que llevas tiempo esperando- pasan y ya, no hay vuelta atrás, no queda más remedio que adaptarse de nuevo a la realidad. Ojalá muchos de ustedes puedan experimentar lo que he vivido y lo que siento, ser humano es tan rico cuando saboreas los detalles de la vida, más aún si es Dios quien los adereza. Me siento tan bendecida y ya estoy rezando para que no tarden en llegar nuevas dichas, en especial, esa personita que me hará balbucear de amor y con quien fundaré una hermosa familia... Where are you?
Foto Doug Olivares
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