Y llegó la calma... Aunque mis clientes VIP saben muy bien que me encanta vivir en una tormenta, y no precisamente de las que alborotan últimamente las tardes en Caracas City. La semana pasada fui parte de uno de los mayores compromisos que he tenido en mi corta carrera: la Fiesta Custo Barcelona en isla de Margarita. No sólo se trataba de convocar a los principales medios del país, sino de recibir y atender al propio diseñador de la marca, Custo Dalmau, quien viajó desde España a Venezuela exclusivamente para esta celebración.
La siguiente entrada es un extracto de "Ana Bogue News XI", enviada en febrero de 2010 desde Madrid a mis clientes VIP, sobre mis aventuras en el New York Fashion Week Fall 2010... ¡buen provecho!
Miércoles. Finalmente recibí el itinerario definitivo que indicaba y confirmaba que sí, ese mismo fin de semana me iba a la Gran Manzana por tres días para asistir al show de Custo Barcelona, la marca a la que le llevo la prensa en Venezuela. Como toda mujer precavida, unas dos semanas antes mandé un correito a la representante de RRPP de la tía Carolina Herrera para Latinoamérica, que conocí en la apertura de su tienda en Caracas, para saber la posibilidad de asistir a su desfile en la Semana de la Moda de Nueva York. No lo van a creer, ese mismo miércoles me confirmaron mi asistencia en nombre de Sinflash y Blitz, y que iban a mandar la invitación al hotel donde me hospedara. ¡Bruja lo lograsteeeeee! Aún no, como le dije a @MrAspartame vía Twitter, el camino al éxito es largo, pero divertido. A última hora del viernes, tras el fabuloso viaje a Toledo, estaba hurgando como una loca en las tiendas de La Vaguada, un centro comercial en Madrid que no tendría éxito en La Guaira, pero que me sacó del barro en Parfois con unos stilettos negros de tacón de madera para el show de la Herrera, con una cartera color hueso demasiado elegante para mi gusto, pero cómo viste tia!!!
Sábado. Directo de la cama pa' la "perruquería", el vuelo salía a las cinco de la tarde, por lo que me daba chance de pasar por donde mis amigas las dominicanas para que me alisaran las greñas y salir del JFK como una modelo de comercial de shampú que le pega la brisa en el cabello... Pues la brisa me batuqueó la cabeza de tal forma que seguramente parecía el Tío Cosa vuelta un lío con el paraguas y la maleta, porque la chica "precavida" se cercioró de que hace más frío en NY que en Madrid, mas no de que el viento podría hacer volar fácilmente a una persona como Danny Boy! (jeje, lo siento, tenía que hacer el comment). Como, a diferencia del año pasado, llegué sola, decidí irme en metro y conocer el famoso subway de NY. Tomé el Air Train hasta la estación Howard Beach, donde una encargada no muy pana me indicó por encimita cómo llegar a Lexington Avenue, donde se encuentra el hotel donde me quedé. Mientras trataba de traducir el mapa del metro, un negrote, muy parecido al de The Green Mile, se me acerca y me pregunta hacia dónde voy. Paranoica, le dije con un inglés machucado que no necesitaba ayuda.
Como el tren tardaba mucho y la estación estaba full, no me quedó otra que sentarme al lado del sospechoso y de una singular rubia que no dejaba de cantar. De repente, ambos personajes comenzaron a hablar hasta que la rubia le dijo algo como "you are so nice! Thank you so much" y él le respondió algo como "Sure, is my job". Nohhhh, el sospechoso no era ningún sospechoso, intentaba ayudarme porque trabajaba en el metrooooo, y ese outfit de mal gusto era su uniforme y hasta carné tenía y no se lo había vistooo. Trágame tierra. Por supuesto, mi sonrisa se duplicó y el trayecto en metro fue toda una experiencia. Sophie, la rubia, no dejaba de hacernos reir con sus excentricidades, la típica american girl de LA que habla mandibuleado y que quiere ser actriz de Hollywood; mientras que Alexson, wow, tan solo en su mirada se veia la dulzura y la bondad, ¡me acompañó hasta la estación donde me tocaba bajar! Le di un gran beso en la mejilla, le di las gracias y, ya cuando el vagón se estaba yendo, pude notar que me miraba con cara de tristeza desde su asiento. Mi corazón se puso chiquitico.
Domingo. Good Mooorning Manhattan! Con I Gotta Feeling, me desperté saltando en la cama y me arreglé toda cute para desayunar con la prensa. Entre los periodistas invitados, estaban Luis Cobelo, el fotógrafo estrella de Todo en Domingo; Adriana Herrera, la editora de Ocean Drive y mis queridos Carlos Briceño y Gianfranco Berardinelli de Globovisión. Con el primero tuve una química increíble, porque sabiendo que a él le encanta tomar fotos alternativas a mujeres en la calle, de vez en cuando lo sorprendía con una pose "natural" de las mías y automáticamente sacaba su cámara y disparaba, jiji. Y con la @Herrerísima, como se hace llamar en Twitter, nos hicimos las best friends, a pesar de tener estilos diferentes, pero en los ratos libres nos escapamos por las calles de Soho, ¡y hasta nos dio tiempo de llegar al Brooklyn Bridge! Wow, qué obra tan maestra. Lo gracioso fue el regreso, cuando ya no pude soportar los taconcitos en los que andaba montada y bajando por el puente me los quité. Uff, qué alivio... el piso de madera friito, ahhhh... la Adriana no aguantaba la risa, sobretodo porque todo el mundo se me quedaba mirando, "tan glamorosa que se veía con su bolsita de Victoria's Secret, qué horrorrrr", jajaja.
De allí salimos disparadas en cloaca, perdón, en metro hacia el hotel, porque ya faltaban dos horitas para el gran desfile. Boris Izaguirre, "nuestra" Miss Universo Stefanía Fernández y la resucitada Eglantina Zingg, fueron algunos de los invitados especiales a esta gran gala de la belleza catalana, hoy, a las 8:00 p.m., por Venevisioooonnnn. Bueno basta, el desfile estuvo fino, hot hot; pero roncha pasé al salir, porque a mi segunda amada en el planeta le dio la gana de bajar la temperatura de golpe y de verdad, pero de verdad, sentí por un momento que estaba desnuda. "Taxiiiiiiiiiiiii!!!". Fui al hotel a por un abrigo, porque a pesar de lo cansada que estaba, no podía perderme a Times Square de noche... ¡Alucinante!
Lunes. Cambio de outfit. Vestido negro elegante. ¡Negro! Dios, pero cómo se me ve, parezco a la Scarlett Johansson y todo... "¿Será que la invitaron al desfile de la Herrera..? A quién conoceré hoy?" Ya el jet lag comenzaba a atacar, pero no importaba, iba a un desfile de Carolina Herrera en New York!!! No lo podía creer. A pesar de que Bryant Park quedaba a unas cinco cuadras, saqué delicadamente mi guante vino tinto al borde de la calle y tomé un "cab". Resulta que el taxi me dejó justo detrás de un camión de basura y nadie apreció mi bajada triunfal, pero igual me lo tripeé. No hubo flashes ni paparazzi que me asediaran, pero caminé siempre con mi cabeza en alto hasta llegar a mi respectivo puesto con mi nombre sobre el de Sinflash y Blitz, ¿qué tal? Co, al final del desfile fue cuando se me ocurrió tomar una foto y ya habían retirado el papel :(
Ya resignada a que nadie me iba a parar bolas, pues saqué mi camarita y comencé a cazar celebridades... Otra vez Boris Izaguirre... la hija de Carolina, Adriana Herrera con sus hijos, ¡fabulosa!... Ana de la Reguera... Anna Wintour... ¡Anna Wintour! Nohhhhh, la famosa editora de Vogue USA, de quien se inspiraron para hacer El Diablo viste de Prada! Nohhhhh. Por un momento sentí que me miró feo, con su mirada aniquilante que intimida hasta los diseñadores más veteranos, pero después de ver de The September Issue, un impecable documental sobre la producción de la edición de septiembre de 2007 de Vogue USA, supe que la tía odia el negrooooo, ¡igual que yo! pero de vez en cuando echa una manito...
Por supuesto que le tomé su respectiva foto, y salió de muerte, pero lo mejor, lo mejorrrrr, fue después del desfile (que estuvo glorioso), cuando me colée en el backstage, no para cazar a la Herrera, sino a la modelo más famosa de la pasarela... la fantástica Agyness Deyn!!! .... (grillos) ... Sé que muchos no la conocen de nombre, pero cuando vean la foto estoy segura que la reconocerán. Se trata de una de las modelos más cotizadas del mundo, imagen de Burberry, Jean Paul Gaultier, niña mimada de Vogue y, muy importante, mi musa favorita del momento!!! Se podrán imaginar lo mucho que flipé al conocerla... Y la Herrera, bueno pues, no hace falta decirlo, guapísima y elegante, ¡qué lo digan Vero y Carmenchu!
De allí sí me fui a paticas al hotel y, ya en el bus hacia el aeropuerto, no dejaba de ver hacia atrás, hacia mi Chrysler y Empire, prometiéndome que la próxima vez que pise esta ciudad, será por muuucho tiempo...
LVu!
AnaBo
