las mejores tapas de estilo y el glamour como plato principal, ¡atendido por su dueña!


BEST STYLE APPETIZERS AND GLAMOUR AS A MAIN COURSE, ATTENDED BY THE OWNER!

11 de marzo de 2010

Fashion orgasm


¿A qué no adivinan qué hice el sábado pasado? Dirán que soy una picarona pero me han invitado a entrar en todas las habitaciones del Hotel Petit Palace Art Gallery de Madrid. La tentación fue sugerida por uno de mis Clientes VIP, mi amigo y colega Roberto Rasquin, que aunque me hubiese gustado asistir con él, no hizo falta porque otros 36 personajes interesantes me esperaban con alucinantes propuestas... y no indecentes, precisamente. La aventura comenzó en la última y tercera planta, donde una voz de diosa me condujo ciegamente hasta la habitación 308: una divina figura de corset, ligueros y máscara veneciana yacía indiferente sobre la cama mientras las lujuriosas notas de un piano se fundían con la dulzura de su interpretación. Sigilosamente me robé una tarjeta de presentación de la mesa de noche: "Nando Prado Photography & Film". Con ganas de más emociones fuertes, me dirigía hacia la siguiente habitación cuando unas extrañas luces al final del pasillo cambiaron mi rumbo. Jaime Romero Chico me esperaba con unos originales juguetes de su creación: ¡bolsos clutch con luz de fibra óptica en su interior! Ya no más lucecitas de blackberry para buscar el polvo, el monedero o... el labial, of course. Más, más, ¡más! Oh sí, Gloria Callealta me dio más. Se vino exclusivamente de Puerto de Santa María, Cádiz, para prepararme una deliciosa cama de sombreros y tocados, de todos los tamaños y colores, y el sabor lo puse yo al probarme uno violeta pastel que, sencillamente, me quedaba divino. Buscando más satisfacción, bajé corriendo a la segunda planta, donde me sorprendió un doloroso pero placentero pinchazo. "Tranquila, es solo para tomar una muestra de tu ADN", y no para una prueba médica, sino para colgar mi código genético en un cuadro, ¡sí! el sagrado mapa de tu descendencia colgado en tu sala, del tamaño y color de tu preferencia, gracias a Decor ADN, uff, too much. Después de esa exquisita experiencia de saaannngreeee (como diría mi amigo V de Vendetta), no puedo recordar lo que vi en las demás habitaciones... sé que conocí a una tal Adriana Marín, venezolana como yo, solo que más fumada, mucho para mi gusto diría yo. De todos modos mi fashion morbo ya estaba satisfecho por ese día... I love Fitting Room.

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