¡Antes muerta que con arrugas!

Recuerdo que de niña, siempre me sentí atraída por las cremas que usaba mi mamá y, a escondidas, me las ponía para "prevenir arrugas". Una vez me descubrió: "¡Muchacha! Esa crema no es para niñas, más bien te hace daño porque no está hecha para tu tipo de piel". Esas palabras marcaron mi vida y, desde ese momento, tomé conciencia de lo importante que es cuidar el rostro con las cremas apropiadas y empezando por la máxima más básica de todas: limpiarse el rostro todas las mañanas y desmaquillarse todas las noches (sin importar cuan dormida o borracha estés).

Desde que cumplí 20, comencé a usar protector solar todos los santos días, una infalible estrategia para prevenir arrugas a esa edad. Una vez que cumplí los 25, comencé a usar cremas hidratantes, pero no conseguía una ideal que me dejara el cutis libre de grasa. Ya que estoy rozando los 30 (sí, aunque no parezca, jiji), debo preocuparme más por evitar que me salgan las famosas "patas de gallo" y mantener el brillo natural de mi piel, ¡sin que parezca una empanada!

Pareciera que Estée Lauder escuchó mis súplicas, porque hace poco me obsequiaron un milagro: Daywear, una crema multiprotectora con antioxidantes y OIL FREE! Esto me gustó mucho, porque mi piel es grasa y más bien le huía a las cremas porque parecía un sol de lo mucho que brillaba mi cara, para mal, por supuesto. Lo que también adoro de esta crema, es que ayuda a neutralizar los peligrosos radicales libres y reduce los primeros signos de envejecimiento como piel opaca y líneas finas y secas. ¡Además hidrata profundamente! ¿Qué más se puede pedir?

Teniendo en cuenta todos estos consejos, seguro llegaré a los 40 y pareceré una chica de 20, yeah!